Retrospectiva de Borges Soto...          

Borges Soto actualmente trabaja en la Escuela Regional de Bellas Artes de Arecibo (787-881-2882) como especialista en pintura y arte electrónico. Expucieron junto al maestro Borges Soto los estudiantes:

Milagros Colón González
Hilda T. González Quiñones
Henry Ortiz Gabriel
Omar Rivera Avilez
Leonardo Rivera
Abismael Ruiz Figueroa
Alex Serrano

Momentos en que Borges Soto recibe un reconocimiento de sus estudiantes de pintura de la Escuela Regional de Bellas Artes de Arecibo. En la foto los estudiantes pintores Alex Serrano, Milagros Colón, Tere González, Henry Ortíz, Omar Rivera, Aby Ruíz, Leonardo Rivera y el Profesor R. Borges Soto

A mis discípulos, los que están y a los que estuvieron...

Mi intención al evaluar sus trabajos siempre ha sido y será la búsqueda de la excelencia en sus obras, pues sólo conozco dos formas de hacer las cosas del arte, bien o mal.   Hacerlo bien cuesta trabajo y horas extras que nadie paga, pero cuando nos vamos a la línea de producción para sacar el trabajo corremos un riesgo, si nos sale bien nadie ha de protestar, pero si lo hacemos mal todos vienen a opinar y criticarnos. Aceptar el reto y buscar al arte por lo humano no es tarea fácil.  Hacemos arte para nuestros semejantes y sólo el lograr tocar la fibra de lo humano hará de la obra una forma de comunicación gráfica eficiente, bien sea la comunicación de una vivencia o la denuncia de nuestro comportamiento individual o colectivo. Solo el hombre artista cree en sí mismo, porque él es, absolutamente él mismo. Pero debe entender que no vive solo, necesita de sus iguales para poder sobrevivir. ¿Cómo ser entonces diferente dentro de una sociedad colectiva? Puede ser más fácil si pensamos como en una pintura, que nuestros actos sean significativos, diferentes pero en armonía con los demás.  Es esa la razón de porque el arte duele, pues la búsqueda de aceptación de nuestros iguales no sólo se limita a nuestra condición individual sino al producto de nuestra expresión pictórica; pues nuestra obra nunca tendrá más de lo que nosotros llevemos en nuestro interior.

            Después de la intención vivencial del artista todo se reduce al arreglo de los elementos del arte en el lienzo y el resultado será un objeto plástico. Un objeto que sólo tendrá vida ante un espectador.   Con suerte la obra terminará decorando las paredes de una residencia, industria o comercio. Exponer nuestra obra al público es el primer paso. No todo el que se acerca a una pintura ha de apasionarse por ella, los factores más importantes no se encuentran en la obra, sino en el receptor de nuestro trabajo. Si la obra logra hablarle al espectador como lo hace al artista, entonces comienza ese diálogo que culmina con la apreciación de la pintura.  Sentir, captar y disfrutar de una pieza es el inicio de la magia que cautiva los sentidos y que hace que un observador se apasione por la pieza. Pero muchas veces el factor del diálogo se reduce a lo económico y obstaculiza esa relación tan personal que lo apasiona y la deja pasar como un amor pasajero que nunca fue ni será. Para muchos de ustedes esta será la principal razón de su sufrimiento. Los mercados de arte son necesarios y el exponer la obra a nuestros semejantes todas las veces que sea posible aumenta las posibilidades de mercado. Sólo así la obra encontrará y cautivará a uno de nuestros semejantes, por que ella es solo una y va en busca de quien se enamore de ella.

Borges Soto

Arecibo, Puerto Rico